La enseñanza privada debe tener una función subsidiaria con respecto al servicio público y sólo se debería concertar una iniciativa privada allí donde no haya oferta pública (y hasta que esta exista), para garantizar así el derecho a la educación.
La enseñanza privada debe tener una función subsidiaria con respecto al servicio público y sólo se debería concertar una iniciativa privada allí donde no haya oferta pública (y hasta que esta exista), para garantizar así el derecho a la educación.
La solución que el autor del informe propone para caminar hacia la equidad es una mayor financiación de la red concertada hasta conseguir la gratuidad real y unas reglas de juego equitativas en los procesos de admisión con lo que se garantizaría la libertad de elección de centro y una reducción de la segregación escolar (¿es acaso esta “libertad” el único elemento de la planificación educativa?).
La rueda de prensa tenía dos objetivos: presentar el propio Topagunea o Punto de encuentro, y pedir un replanteamiento del sistema educativo vasco generador de segregación y desigualdades.
Leemos a menudo declaraciones de las principales patronales de la enseñanza concertada en las que manifiestan que la actual financiación que reciben por parte del Gobierno Vasco es insuficiente para poder seguir adelante con sus proyecto educativos.